miércoles, 14 de febrero de 2007

Hard candy - ¿El cazador cazado?

<Oh, she was so sexy. She was asking for it.' 'She was only technically a girl, she acted like a woman.' It's just so easy to blame a kid, isn't it! Just because a girl knows how to imitate a woman, does NOT mean she's ready to do what a woman does.>>


Si tuviera que escoger sólo una, esta sería la cita que mejor definiera a esta interesante película. Por resumir brevemente el argumento para los que no la conozcan ni de oídas, presenta básicamente a dos personajes, Jeff y Hayley. Él es un fotógrafo famoso de 32 años y ella una adolescente de 14; se conocen en un chat y un buen día deciden quedar en persona. La cita transcurre con normalidad, aunque se nota una gran tensión violento-sexual entre ellos... hasta que Hayley se autoinvita a la casa de Jeff.

La película sorprende porque coloca el tema
de la pedofilia desde un punto de vista distinto: no es Jeff quien violentará o torturará psicológicamente a Hayley, sino al revés. No será el adulto el verdugo y la niña la víctima; no será el típico caso, mil veces analizado, de la primacía física y sexual de un género (el masculino) sobre otro (el femenino). Quizá esto sea lo que realmente hace interesante a Hard candy: intenta que nos planteemos, ya no la verdadera naturaleza de la pedofilia, sino algo mucho más controvertido: el castigo (venganza) que debe recibir: ¿leyes? ¿juicios? ¿cárcel? ¿No es mucho más efectivo, digamos... "pagarles con su propia moneda"?

Uno de mis "críticos" favoritos de cine, al que leo en la lista de cine a la que estoy adscrita, recomendaba esta película por considerarla un gran thriller de suspense y cuasi-terror, sin mostrar apenas sangre... aunque contiene una de las mejores escenas de violencia y tensión en off que he visto nunca.


No obstante, si bien presenta un planteamiento brillante y una realización nada desdeñable, lo más destacado son las interpretaciones: Ellen Page está brutal haciendo de Hayley y Patrick Wilson no le queda a la zaga (por cierto, tengo que ir a verle en Running with Scissors antes de que me la quiten del cine!). Quizá lo único que flaquee un poco es el guión, y sólo al final, pero de todas formas merece la pena entregarse a la película durante sus 109 minutos... y sentarse un ratito a reflexionar después.

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